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Cónicas del Templo Negro

Después de muchos años de revisión y de buscar la forma de editarme, he vuelto a decidirme por la autoedición. El 4 de julio estará disponib...

martes, 4 de agosto de 2009

Oblivio

Habría que considerar por un lado la arbitrariedad y falta de garantía que en el fondo amenaza a la antigua fe en la selección popular y el pozo del olvido. ¿Realmente el pasar la "prueba del tiempo" demuestra gran cosa? En todo momento se ha visto que no hay mucho que reconocer a los gustos generalizados. ¿Cuántos grandes artistas no habrán pasado desapercibidos en su época, para no ser luego vistos nunca más? La tan mentada inmortalidad es totalmente azarosa. Si existe una selección, esta es hecha por la sociedad en su conjunto, por ningún individuo autoconsciente, por lo que los relatos inmortalizados contribuyen al refuerzo de las normas sociales y el interés colectivo, nunca al verdadero beneficio de ningún individuo verdadero. Por supuesto, la sociedad también va seleccionando métodos y recursos narrativos poderosos que le son útiles para volver su normativización más convincente. La forma del mito es poderosa, su contenido, siempre inhumano.
La academia sería la encargada de recordar las viejas artes frente a los constantes cambios de la moda. Sin embargo, una academia que se precie de estar al día y acaba por tanto enalteciendo las vanguardias frente a las viejas artes obsoletas, entierra en su patio trasero, quizá entre sus profesores menos apreciados, los complejos secretos de las artes perdidas. Y si a alguien se le ocurre desenterrarlos alguna noche en secreto, acaso podría aparecer ante el mundo como trayendo ideas de mundos remotos, que en cien años nadie ha visto ni nombrado. En la academia quizá sería reconocido, aunque no comprendido, y los llamados sabios ocultarían su ignorancia bajo el desprecio que no surge de otro lugar que la propia vergüenza y el miedo a lo desconocido. David Lozano también decía que los jóvenes actuales no saben de mitología. Quizá en el fondo cada generación es un universo nuevo y paralelo y la acumulación de conocimientos existe quizás al fondo de un baúl polvoriento, pero en ningún espíritu humano.
Por otro lado, hay cosas que yo mismo olvido, o algo por el estilo... ya se me olvidó.